Estoy totalmente de acuerdo con Xavier Agenjo.
Los profesionales capacitados para
1) seleccionar y evaluar la información y la documentación,
2) identificarla, describirla y analizar su contenido,
3) orientar, informar, gestionar instrumentos para la recuperación de
la información contenida en los documentos, en cualquier soporte o
accesibles a través de diferentes medios de comunicación, que
satisfagan las necesidades de los usuarios y
4) organizar depósitos o repositorios de documentos físicos y/o
digitales y velar por su correcta preservación y conservación,
son
1) los bibliotecarios, si se trata de información escrita, impresa o
grabada en un soporte con el propósito de hacerla pública,
2) los archiveros si es documentación generada por instituciones
privadas o públicas
3) los conservadores de museos si se refiere a yacimientos
arqueológicos, pinturas, esculturas y/o objetos productos de la
tecnología.
Si, como parece ser la tendencia actual, se aúnan de nuevo las tres
profesiones para atender las denominadas instituciones de la memoria,
los encargados de realizar los grandes grupos de actividades
enumeradas, serán los archiveros, bibliotecarios conservadores de
museo.
No entiendo la necesidad de algunos compañeros de traducir una
palabra y el concepto que designa cada vez que algún extranjero, quizá
sin conocimientos suficientes en nuestros dominios del saber, invente
un término nuevo para realizar una función existente. ¿Se imaginan que
cada vez que se hubiera pasado de una tecnología de la información
aotra (de los catálogos o bases de datos en libros a los ficheros y
las fichas, de la pluma de ave a la pluma estilográfica, de la pluma
estilográfica a la máquina de escribir manual, de la máquina de
escribir manual a la multicopista, de la multicopista a la máquina de
escribir eléctrica con memoria, de ésta a los ordenadores, etc.) o
hubiese aparecido un soporte nuevo de información (papiro,
códice,papel, pizarra, vinilo, microfilme, cinta, disco magnético,
etc.) hubiésemos cambiado de denominación a nuestra actividad de
organizadores y servidores de la documentación e información contenida
en ella?
Una anécdota poco conocida. Mi padre, Justo García Morales,
bibliotecario que situó a España en la Unesco, creó el Servicio
Nacional de Información Bibliográfica y el Servicio Nacional del
Tesoro (ahora se denominaría Patrimonio) Bibliográfico y Documental,
fue profesor de los antiguos cursos de formación de archiveros y
bibliotecarios de la Biblioteca Nacional. Él, influido por los belgas
y franceses (Van Slype y Jacque Chaumier), con el afán de unificar
ambas profesiones y, sobre todo, de mejorar las escasas retribuciones
económicas de aquel entonces mediante un nuevo y mágico término,
propuso cambiar la denominación de aquellos cursos por la de Escuela
de Documentalistas. Así empezó en parte los avatares de los
documentalistas españoles, aunque en las bibliotecas españolas ya se
"vaciaban" los artículos de revistas, se atendían otros soportes y se
utilizaban otras fuentes de información. Otra anécdota: ¿conoce los
ficheros de palabras significativas en los títulos de los libros
ingresados en la Biblioteca Nacional de España que se elaboraban a
principios del siglo XX, precedentes de los índices KWIC y KWOC de los
que ya no se hablan y que fueron paladines de la documentación?. Pues
no se llamaban documentalistas, ni gestores del conocimiento, ni
"curators". Aquellos hombres y mujeres se llamaban simplemente
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Xavier Agenjo esta vez tiene razón y mi respaldo. Por cierto, Xavier,
¿a los que se encargan de los LOD cómo los llamamos? ¿Enlazadores de
datos abiertos? ¿No te imaginas a un cow boy echando el lazo a un toro
mexicano? : - ))
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Luis Ángel García Melero
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