¿Qué son los cárteles de citación y por qué son peligrosos?

«No es nada personal, Sonny, solo negocio», dice Michael Corleone, hijo de
Vito, en El Padrino. El film primigenio tiene medio siglo pero mantiene
vigencia. Y no se me ocurre mejor frase para iniciar este post. Quienes
hayan visto este titular sin leer el contenido asociarán la palabra cártel
a la competencia amañada entre empresas o, peor aún, a las drogas. ¿Qué
tiene que ver un cártel con el mundo de las revistas científicas? Sigue
leyendo para descubrirlo.

Hoy en día todo funciona a un ritmo endiablado. El famoso publish or perish
(publica o muere) lleva a los investigadores al paroxismo, como es el caso
de un tecnólogo ourensano capaz de publicar un paper cada dos días. También
el actual rector de la USAL gusta de autocitarse con fruición. Impulsados
por el imperativo de asegurar impacto académico, algunos recurren a la
formación de lo que algunos investigadores han dado en llamar anillos de
citas: círculos colaborativos diseñados para aumentar artificialmente la
visibilidad de sus investigaciones. Al hacerlo, comprometen la integridad
del discurso académico y socavan los fundamentos éticos de toda
investigación seria. Varios son los factores detrás del fenómeno. Domingo
Docampo sostiene que la historia del moderno «cártel de citas» no es solo
resultado de la intensa presión por publicar.. El surgimiento de las
mega-revistas también tiene su papel, al igual que las revistas
depredadoras y los esfuerzos institucionales por sobresalir en las
clasificaciones académicas (si estos ránkings sirven para algo, es harina
de otro costal).

El panorama de la investigación científica actual ha se ha visto alterado
por el gran número de académicos que participan en proyectos. El número de
académicos que contribuyen a publicaciones indexadas en matemáticas se ha
duplicado, por ejemplo. En respuesta a la creciente demanda de espacio en
publicaciones científicas, una nueva generación de emprendedores
editoriales ha aprovechado la oportunidad, y el resultado es el surgimiento
de mega-revistas (del inglés megajournals = revistas unificadas bajo un
mismo título) que publican miles de artículos anualmente con la idea
inicial de reducir costes. El investigador gallego del ámbito de las
Telecomunicaciones Domingo Docampo ofrece algunos ejemplos: Mathematics,
una revista de acceso abierto del Multidisciplinary Digital Publishing
Institute, publicó más de 4.763 artículos en 2023, lo que representa el
9,3% de todas las publicaciones en el campo, según Web of Science. Tiene un
factor de impacto de 2.4 y una medida de influencia de artículos de solo
0.37, pero está indexada por Web of Science de Clarivate, Scopus de
Elsevier y otros indexadores, lo que significa que sus citas cuentan hacia
una variedad de métricas profesionales. [En comparación, Annals of
Mathematics, publicada por la Universidad de Princeton, contenía 22
artículos el año pasado, y tiene un factor de impacto de 4.9 y una medida
de influencia de artículos de 8.3.]

Las mega-revistas prosperan en la era del acceso abierto, proporcionando
una plataforma conveniente para investigadores ansiosos por ver su trabajo
publicado y ampliamente leído, sostiene Docampo. No le falta razón. Sin
barreras de pago, los artículos en esas revistas pueden compartirse (y
citarse) fácilmente. La revista gana «cargos por procesamiento de
artículos» (APCs) pagados por los autores de un artículo o sus
instituciones, con tarifas que suelen rondar en las cuatro cifras bajas en
dólares estadounidenses por artículo. Los anillos de citas, que han
existido durante décadas, ahora explotan los procesos de revisión por pares
rápidos de las mega-revistas (no remunerados) para canalizar miles de
referencias a sus colaboradores. El resultado es una distorsión de los
índices de citas académicas y los puntajes de factor de impacto que
permiten que la erudición mediocre parezca mucho más influyente de lo que
es. Y todo, por el precio que indique la revista, por supuesto.

¿Por qué es peligroso un cártel de citas?
1. Porque genera menciones engañosas o, al menos, no realistas. En algunos
campos, como las Ciencias de la Salud, puede sobrevalorar opciones
terapéuticas, por ejemplo, con los consiguientes riesgos.
2. Porque atribuye visibilidad falsa. La investigación científica no debe
regirse por las mismas reglas que los influencers. Si la recompensa es
subir en una métrica que beneficia a una revista porque tus colegas dicen
que eres bueno (¿acaso necesitas esas palmaditas si realmente lo eres?) ,
no tiene sentido dedicar esfuerzos a investigar.
3. Porque es un fraude a la ética científica.
4. Porque perjudica a todo el ecosistema científico y a la credibilidad de
las personas investigadoras que trabajan bien (y muy duro) para hacer
avanzar sus campos de conocimiento.

Este post está parcialmente basado en el artículo de Docampo, D.: «The Dark
World of ‘Citation catels‘». The Chronicle of Higher Education, 06/03/2024.

Fuente: Blog Docendo Discitur, 30/09/2024:
https://urldefense.com/v3/__https://docendodiscitur.blog/2024/09/30/que-son-los-carteles-de-citacion-y-por-que-son-peligrosos/__;!!D9dNQwwGXtA!RiE8xBt7JgRQFk1xQ6FCGn6sDVSFr3oNCLJMfaFzIT8-AkDfM0QR9BxuMWBbXNbshMVekJlwTRLKiEuBxrV6X83cB_gV$ 


-- 
*Laura Novelle López*
*Consultora académica, docente y escritora *
*Web personal Docendo Discitur <https://urldefense.com/v3/__https://docendodiscitur.blog/__;!!D9dNQwwGXtA!RiE8xBt7JgRQFk1xQ6FCGn6sDVSFr3oNCLJMfaFzIT8-AkDfM0QR9BxuMWBbXNbshMVekJlwTRLKiEuBxrV6X1bdFzuA$ >*